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El Programa de Seguridad Hídrica y Adaptación al Cambio Climático del Banco Mundial

Sobre el blog

Gustavo Saltiel
Gustavo Saltiel, Program Manager en el Banco Mundial, tiene más de 30 años de experiencia en el sector hídrico y el desarrollo sostenible.

Publicado en:

Portada iAgua Magazine
  • Programa Seguridad Hídrica y Adaptación al Cambio Climático Banco Mundial

La crisis mundial del agua es considerada como una de las crisis más serias que enfrenta el mundo y se espera que alcance proporciones sin precedentes en las próximas décadas. Una décima parte de la población mundial vive actualmente en países con estrés hídrico alto o crítico y de continuar las tendencias, se estima que algunas regiones del mundo enfrentarán un déficit del 40 por ciento entre la oferta y demanda de agua para 2030.

Asimismo, los impactos del cambio climático se manifiestan en gran medida a través de variaciones en el ciclo del agua, lo que disminuye su previsibilidad y conduce a inundaciones y sequías más frecuentes e intensas. Dado que la mitad de los ríos del mundo son transfronterizos y que sólo un tercio de ellos forma parte de acuerdos internacionales, es posible que aumenten las tensiones entre países con relación a la utilización de estos recursos hídricos.

Se trata de una crisis de “demasiada agua”, “agua escasa” y de “agua contaminada” (Figura 1). Si no abordamos de manera adecuada estos los desafíos, no estaremos en condiciones de cumplir los ODS, incluyendo la eliminación de la pobreza, el crecimiento económico, y la protección del medio ambiente.

Figura 1.

Se estima que el déficit de financiación para alcanzar la seguridad hídrica a nivel mundial es del orden de 6-7 mil millones de dólares al 2030 y de 22 miles de millones de dólares al 2050. Estos niveles de inversión exceden ampliamente las posibilidades de financiamiento por parte del sector público dada la situación fiscal actual de muchos países y existen numerosos casos en los cuales los ingresos procedentes de las tarifas y los subsidios públicos, son insuficiente para cubrir los costos básicos de operación y mantenimiento, lo que genera el deterioro prematuro de los activos y operaciones ineficientes. En tales condiciones, los proveedores de servicios de agua y saneamiento, no tienen capacidad de acceder a financiación de la banca comercial que podría compensar la insuficiencia de recursos fiscales.

Para revertir estas tendencias, en primer lugar, es necesario avanzar hacia un enfoque integrado que aborde la complejidad y el nexo entre el agua y el cambio climático, fortaleciendo los marcos institucionales y regulatorios de manera de proteger y restaurar el recurso hídrico, generando mecanismos e incentivos para la coordinación. En segundo lugar, es importante atraer fuentes de financiamiento privado para incrementar los recursos disponibles para el sector.

Es necesario avanzar hacia un enfoque integrado del nexo agua-cambio climático, fortaleciendo los marcos institucionales y regulatorios

Con el objetivo de atender estos desafíos, el Banco Mundial ha lanzado el Programa de Seguridad Hídrica y Adaptación al Cambio Climático que consta de los siguientes ejes: (1) aumentar el acceso al agua potable, saneamiento e higiene (“WASH” por sus siglas en inglés); (2) incrementar la resiliencia climática a través de la mejora en la gestión de los recursos hídricos, incluida la reducción del riesgo de inundaciones y sequías; (3) mejorar el acceso, la productividad y resiliencia de los servicios de regadíos; y (4) mejorar la seguridad hídrica en entornos de Fragilidad, Conflicto y Violencia (“FCV” por sus siglas en inglés). Este enfoque ha previsto soluciones públicas y privadas, y la cooperación con otros Organismos de Crédito Multilaterales y Bilaterales, así como con países con los cuales el Banco Mundial cuenta con alianzas estratégicas en el Sector del Agua, como en los casos de España y Portugal, por citar algunos ejemplos.

La implementación del Programa se beneficiará del despliegue de instrumentos desarrollados por la Práctica Global de Agua del Banco Mundial, tales como:

  • El marco de Políticas, Instituciones y Regulación (“PIR”) que aborda estas dimensiones en forma integrada, de manera de mejorar los incentivos de los Prestadores de Servicios para incrementar el acceso al agua potable y saneamiento.
  • Las “Empresas Prestadoras del Futuro” (“Utilities of the Future”), que brindan servicios de agua y saneamiento confiables, seguros, inclusivos y transparentes, operando de manera eficiente, resiliente, innovadora y sostenible.
  • El Programa de Economía Circular y Resiliencia (“WICER” por sus siglas en inglés) que apoya a los países en la implementación  de esos principios a través de tres pilares interrelacionados: (1) sostener los recursos hídricos, (2) prestar servicios de calidad, y (3) incrementar la resiliencia.
  • El Programa de Saneamiento Urbano Inclusivo (“CWIS” por sus siglas en inglés), que plantea la combinación de soluciones de alcantarillado con sistemas individuales para ampliar el acceso a servicios de saneamiento seguro.
  • Desarrollo de Sistemas de Regadíos liderados por los Agricultores (“FLID” por sus siglas en inglés), que promueve inversiones en pequeños y grandes emprendimientos, proporcionando asistencia técnica, tecnología, herramientas, y apoyos crediticios.

Concluyendo, el Programa de Seguridad Hídrica y Adaptación al Cambio Climático del Banco Mundial permite abordar estos grandes desafíos mediante la suma de esfuerzos de actores públicos y privados, de la Banca Multilateral y Bilateral, bajo enfoques integrales que consideran las múltiples dimensiones del recurso hídrico y los servicios que el mismo proporciona.