Vuelvo a escribir sobre la Huella Hídrica, actualizando los progresos hechos en este campo de la mano de Lluís Corominas, investigador del ICRA y experto en Análisis del Ciclo de Vida. Este post es un breve repaso de lo hablado, ¡espero complementarlo con una entrevista en breve!
Azul, verde y gris
Un año después de mi primer post relacionado con la huella hídrica, hago un recordatorio de los diferentes tipos en función de la escasez, las sequías o la contaminación:
- Azul: es la cantidad de agua de origen superficial o subterráneo consumida para producir commodities. Se utiliza para evaluar la escasez de recursos hídricos.
- Verde: el agua de lluvia que necesitan los cultivos para crecer. Con esta evaluamos las debilidades en frente a futuras sequías.
- Gris: el agua necesaria para poder diluir lo suficiente la contaminación en una masa hídrica (río, lago, acuífero…) para poder cumplir con los estándares de calidad. Esta mide la contaminación que genera la producción de commodities.
Teóricamente todo estaba muy claro, pero no eran pocas las críticas en el sentido de que los métodos de cálculo no tenían en cuenta el agua disponible según la localización del planeta donde nos encontráramos. Afortunadamente parece que al fin se ha llegado a una solución de consenso gracias a un nuevo método de cálculo que tiene en cuenta esta importante variable.
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