No todas las fuentes de energía son iguales: hay grandes diferencias en el volumen de agua necesario para generar la misma cantidad de energía a partir de diferentes fuentes, en particular las renovables.
Por ejemplo, algunas formas de energía hidroeléctrica pueden consumir hasta mil veces el volumen de agua que consume la energía eólica.
El sector energético es uno de los mayores consumidores de agua, ya sea para refrigerar reactores, cultivar biocombustibles o por evaporación en los embalses para producción hidroeléctrica. La escasez de agua puede llevar a interrupciones en el suministro eléctrico, que podrían aumentar si se utilizan fuentes de energía que necesitan más agua.
Una de las prioridades de la Comisión Europea es garantizar la seguridad, sostenibilidad, competitividad y asequibilidad de la energía para hogares y empresas. Por otra parte, conforme a su compromiso de mantener el liderazgo mundial en la lucha contra el calentamiento global, la Unión Europea tiene como objetivo lograr la neutralidad climática en 2050.
Para garantizar la seguridad energética a la vez que se alcanzan los objetivos de sostenibilidad, los responsables de formular políticas han de prestar especial atención a las diferencias entre el agua que necesitan las fuentes de energía.
Grandes diferencias en las huellas hídricas
Investigadores del JRC y la Universidad de Twente han realizado una evaluación detallada de la huella hídrica del sector energético de la UE. Las huellas hídricas se han calculado a partir de estimaciones del volumen de agua necesario para producir un terajulio de energía. Se mide el consumo de agua procedente de ríos, lagos y aguas subterráneas, además de la humedad del suelo.
Los biocombustibles de primera generación y la madera tienen la mayor huella hídrica con diferencia, en parte debido al consumo de humedad en el suelo. Si solo se tienen en cuenta el consumo de agua procedentes de ríos, lagos y aguas subterráneas, la energía hidroeléctrica a partir de agua embalsada tiene la mayor huella hídrica, seguida de los biocombustibles de primera generación y la madera. Otras energías renovables están en el extremo opuesto: la energía solar, geotérmica, eólica y la hidroeléctrica de agua fluyente tienen la menor huella hídrica. Las fuentes energía no renovable, como petróleo y carbón, se encuentran entre los dos grupos de renovables.
El gráfico muestra la huella hídrica promedio de diferentes fuentes de energía renovable y no renovable, sin incluir la humedad del suelo.
Huella hídrica promedio relacionada con la producción de energía en la UE sin incluir la humedad del suelo. Si se incluye la humedad del suelo, la huella hídrica del biodiesel de primera generación es 137.624 m3/TJ, la de la madera 61.762 m3/TJ y la de bioetanol de primera generación es 61.032 m3/TJ. ©EU, 2019
Para entender las grandes diferencias en la huella hídrica de diferentes energías, cabe explicar que si se incluye la humedad del suelo, la huella hídrica del biodiesel de primera generación es 137.624.000 litros para producir un terajulio, lo que equivale al consumo de 50 residentes europeos anualmente en sus hogares. Para generar la misma cantidad de energía, la hidroeléctrica a partir de agua embalsada consume 9.114.000 litros de agua, mientras que la hidroeléctrica de agua fluyente y la eólica solo consumirían 1000 litros.
La producción de alimentos y energía consume el mayor volumen de agua
Los autores del estudio también compararon la huella hídrica de los sectores energético, alimentario y el abastecimiento de agua municipal. Considerando los tres juntos, e incluyendo el consumo de humedad del suelo, la huella hídrica del consumo diario medio de un residente europeo es 5.011 litros de agua. De esa cantidad, 3.687 litros corresponden a la alimentación, 1301 al consumo energético, y 23 litros al abastecimiento de agua municipal, tal y como se muestra en la imagen.
Ya que los sectores energético y alimentario de la UE dependen en gran medida de importaciones, la huella hídrica de la energía (1068 litros por persona y día ) y de la producción de alimentos (2.521 litros por persona y día) dentro de la UE es algo menor.
Ya que el problema de la escasez de agua es global, las importaciones por parte del sector energético no ayudarían a reforzar la seguridad energética. Esto también es aplicable a otras importaciones, como biocombustibles y madera, que a menudo se producen en condiciones de escasez hídrica. Para garantizar que la seguridad energética no se ve comprometida por los objetivos de descarbonización, los autores del estudio recomiendan que las políticas energéticas a largo plazo tengan en cuenta criterios como la huella hídrica.